QUIEN CONTROLA EL PASADO, CONTROLA EL FUTURO
QUIEN CONTROLA EL PRESENTE, CONTROLA EL PASADO
LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS VENCEDORES
Lamentablemente para quienes amamos la verdad y deseamos construir una patria grande, esta terrible afirmación cobra sentido de cruda realidad, cuando desde hace muchísimos años los textos, libros, folletos, libelos, periódicos y demás fuentes “oficiales” de “información”, que han venido y vienen siendo utilizados por millones de niños y jóvenes compatriotas a lo largo de sus años de formación académica, muestran una “versión histórica oficial” maliciosamente tergiversada – sino cambiada – de todo cuanto ha ocurrido en nuestro país desde su fundación misma y muchos antes. Y no solamente la historia del país, sino también, del mundo entero.
La falsificación de la historia de las distintas naciones del mundo, se ha venido realizando sobre todo a partir del siglo XV, por quienes se creen predestinados para gobernar a toda la humanidad. Estos siniestros seres tienen secuestrada a la nación más poderosa de la historia moderna “Estados Unidos de Norteamérica” y mantienen el control sobre otras naciones industrializadas como Inglaterra, Francia, Alemania y muchas otras del llamado “primer mundo”.
Se debe admitir que es realmente muy difícil enfrentarse a estos “saqueadores internacionales” (léase banqueros internacionales, después trataré con más profundidad sobre ellos, su origen, sus relaciones con las monarquías europeas, con las oligarquías y plutócratas de los distintos países), que no admiten que alguien trate siquiera de intentar averiguar la verdad de la historia. Un claro ejemplo es el caso del historiador británico David Irving, que se puso a investigar acerca del Holocausto Judío y señaló algunas incoherencias en el relato de los “supervivientes”, razón por la cual fue condenado a los 67 años de edad a 3 años de cárcel en Austria. Fíjense el grado de poder que tienen estas personas, como para haber logrado implementar como delito en la legislación austriaca, la inglesa, francesa, rusa y en la de otros países, el solo hecho tratar de esclarecer acontecimientos que marcaron el rumbo de la vida y el destino de la humanidad toda. Con esto no digo que se debe negar el holocausto judío, que sucedió en verdad, pero quizás fue magnificado en su número y crueldad. Pero tampoco se debe negar el holocausto indígena americano hecho por ingleses y españoles, o el de Timor Oriental donde se cometieron las perores atrocidades de la era moderna, donde más de 200 000 personas fueron masacradas y asesinadas por los indonesios a partir del año 1975, auspiciados por los Estados Unidos, Francia e Inglaterra (por su puesto de esto nadie se enteró, por que los dueños del mundo también son dueños de la prensa internacional). Ahora podemos ver “en directo y por cable” como si se tratase de una película de guerra de las galaxias (con la emisión de estas películas donde hay muchos asesinatos sangrientos, lo que ellos están haciendo es preparar psicológicamente a las masas para un futuro lleno de anarquía, guerras y matanzas colectivas), el holocausto árabe (matando a mujeres y niños de la forma más abyecta) cometido no podría ser de otra manera, por los Estados Unidos y sus aliados, después de haber recibido explícitas órdenes de sus jefes.
A estas alturas, seguramente usted se está preguntando – sino lo ha advertido ya –a quienes me estoy refiriendo. Pues si, me refiero a los “sionistas judíos y no-judíos (pues no todos los judíos son sionistas, ni todos los sionistas son judíos)”, que prácticamente se han adueñado de los bancos más importantes del mundo (esto incluye a el Federal Reserve Bank FED de Estados Unidos, la entidad más poderosa del mundo), de las empresas transnacionales que más daño le infringen a la naturaleza, de la Prensa Internacional, entidades educativas (escuelas y universidades), han establecido complejos militares industriales, etc., etc.
Más adelante trataré de quienes son estas personas, a que clanes familiares pertenecen, porque se les llama judíos sionistas, y como lograron tanto poder económico saqueando a casi todos los países del globo. También como no podía ser de otra manera, desvelaré quienes en nuestro país estuvieron y están actualmente al servicio de estos saqueadores internacionales y del Nuevo Orden Mundial. Usted se enterará de la verdadera historia boliviana que está plagada de traiciones y saqueos, desde los Simón I. Patiño, Carlos Víctor Aramayo, Moritz Hochscild, Daniel Sánchez Bustamante (abuelo materno de Gonzalo y Antonio Sánchez de Lozada), Enrique Sánchez Bustamante padre de Gonzalo y Antonio Sánchez de Lozada, Víctor Paz Estensoro y muchísimos otros (aún los que menos usted imagina), por no decir todos los ex-presidentes de nuestro país.
QUIEN CONTROLA EL PRESENTE, CONTROLA EL PASADO
LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS VENCEDORES
Lamentablemente para quienes amamos la verdad y deseamos construir una patria grande, esta terrible afirmación cobra sentido de cruda realidad, cuando desde hace muchísimos años los textos, libros, folletos, libelos, periódicos y demás fuentes “oficiales” de “información”, que han venido y vienen siendo utilizados por millones de niños y jóvenes compatriotas a lo largo de sus años de formación académica, muestran una “versión histórica oficial” maliciosamente tergiversada – sino cambiada – de todo cuanto ha ocurrido en nuestro país desde su fundación misma y muchos antes. Y no solamente la historia del país, sino también, del mundo entero.
La falsificación de la historia de las distintas naciones del mundo, se ha venido realizando sobre todo a partir del siglo XV, por quienes se creen predestinados para gobernar a toda la humanidad. Estos siniestros seres tienen secuestrada a la nación más poderosa de la historia moderna “Estados Unidos de Norteamérica” y mantienen el control sobre otras naciones industrializadas como Inglaterra, Francia, Alemania y muchas otras del llamado “primer mundo”.
Se debe admitir que es realmente muy difícil enfrentarse a estos “saqueadores internacionales” (léase banqueros internacionales, después trataré con más profundidad sobre ellos, su origen, sus relaciones con las monarquías europeas, con las oligarquías y plutócratas de los distintos países), que no admiten que alguien trate siquiera de intentar averiguar la verdad de la historia. Un claro ejemplo es el caso del historiador británico David Irving, que se puso a investigar acerca del Holocausto Judío y señaló algunas incoherencias en el relato de los “supervivientes”, razón por la cual fue condenado a los 67 años de edad a 3 años de cárcel en Austria. Fíjense el grado de poder que tienen estas personas, como para haber logrado implementar como delito en la legislación austriaca, la inglesa, francesa, rusa y en la de otros países, el solo hecho tratar de esclarecer acontecimientos que marcaron el rumbo de la vida y el destino de la humanidad toda. Con esto no digo que se debe negar el holocausto judío, que sucedió en verdad, pero quizás fue magnificado en su número y crueldad. Pero tampoco se debe negar el holocausto indígena americano hecho por ingleses y españoles, o el de Timor Oriental donde se cometieron las perores atrocidades de la era moderna, donde más de 200 000 personas fueron masacradas y asesinadas por los indonesios a partir del año 1975, auspiciados por los Estados Unidos, Francia e Inglaterra (por su puesto de esto nadie se enteró, por que los dueños del mundo también son dueños de la prensa internacional). Ahora podemos ver “en directo y por cable” como si se tratase de una película de guerra de las galaxias (con la emisión de estas películas donde hay muchos asesinatos sangrientos, lo que ellos están haciendo es preparar psicológicamente a las masas para un futuro lleno de anarquía, guerras y matanzas colectivas), el holocausto árabe (matando a mujeres y niños de la forma más abyecta) cometido no podría ser de otra manera, por los Estados Unidos y sus aliados, después de haber recibido explícitas órdenes de sus jefes.
A estas alturas, seguramente usted se está preguntando – sino lo ha advertido ya –a quienes me estoy refiriendo. Pues si, me refiero a los “sionistas judíos y no-judíos (pues no todos los judíos son sionistas, ni todos los sionistas son judíos)”, que prácticamente se han adueñado de los bancos más importantes del mundo (esto incluye a el Federal Reserve Bank FED de Estados Unidos, la entidad más poderosa del mundo), de las empresas transnacionales que más daño le infringen a la naturaleza, de la Prensa Internacional, entidades educativas (escuelas y universidades), han establecido complejos militares industriales, etc., etc.
Más adelante trataré de quienes son estas personas, a que clanes familiares pertenecen, porque se les llama judíos sionistas, y como lograron tanto poder económico saqueando a casi todos los países del globo. También como no podía ser de otra manera, desvelaré quienes en nuestro país estuvieron y están actualmente al servicio de estos saqueadores internacionales y del Nuevo Orden Mundial. Usted se enterará de la verdadera historia boliviana que está plagada de traiciones y saqueos, desde los Simón I. Patiño, Carlos Víctor Aramayo, Moritz Hochscild, Daniel Sánchez Bustamante (abuelo materno de Gonzalo y Antonio Sánchez de Lozada), Enrique Sánchez Bustamante padre de Gonzalo y Antonio Sánchez de Lozada, Víctor Paz Estensoro y muchísimos otros (aún los que menos usted imagina), por no decir todos los ex-presidentes de nuestro país.
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